Grupo Ogmios

Yaxchilán: Tesoros Mayas Escondidos en la Selva Lacandona

Ubicada a orillas del río Usumacinta, en la frontera entre México y Guatemala, Yaxchilán es una joya arqueológica que parece suspendida en el tiempo. Rodeada por la densa selva lacandona y accesible únicamente por lancha desde Frontera Corozal, esta antigua ciudad maya ofrece una experiencia de viaje tan mística como aventurera.

El recorrido fluvial hasta Yaxchilán es ya una travesía memorable: el canto de aves exóticas, los monos aulladores en la copa de los árboles y el verdor imponente de la selva anticipan el encuentro con uno de los sitios más fascinantes de la cultura maya clásica. Una vez en tierra firme, las ruinas emergen entre la vegetación con sus estelas, templos y estructuras ceremoniales cubiertas parcialmente por raíces y musgo.

Yaxchilán fue un centro político y ceremonial poderoso entre los siglos IV y IX d.C., como lo demuestran sus inscripciones jeroglíficas y relieves tallados que narran historias de dinastías, rituales y guerras. El Templo 33 y la Gran Acrópolis son paradas imprescindibles para los amantes de la arqueología.

Este destino es ideal para viajeros que buscan algo más que las rutas turísticas tradicionales: naturaleza, historia, aislamiento y espiritualidad se mezclan en un ambiente único. Además, es una oportunidad para conocer de cerca a comunidades indígenas lacandonas que habitan la región y protegen este legado ancestral.

Related Posts