Comala, ubicado a pocos kilómetros de la capital colimense, es uno de esos destinos donde el tiempo parece detenerse. Famoso por sus fachadas blancas, sus calles empedradas y el aroma persistente del café tostado, este Pueblo Mágico de México es también una referencia literaria gracias a la obra Pedro Páramo, de Juan Rulfo, quien inmortalizó su atmósfera única y su conexión con lo místico y lo cotidiano.
Rodeado de la exuberante vegetación del Volcán de Colima y el Volcán de Fuego, Comala ofrece un entorno natural impresionante, ideal para caminatas, paseos en bicicleta y recorridos fotográficos. El centro del pueblo está lleno de detalles encantadores: portales, música en vivo y pequeños restaurantes donde es obligatorio probar el ponche de granada, los tacos dorados y el café de olla tradicional.
Uno de sus grandes atractivos es la Ruta del Café, que permite conocer los procesos artesanales del grano local en haciendas como Nogueras y El Remudadero. Además, el Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo, ubicado en una antigua ex-hacienda, ofrece arte, historia y diseño típico colimote en un solo lugar.
Visitar Comala es una experiencia multisensorial donde el realismo mágico se vive con cada paso. Ideal para un fin de semana de descanso, lectura, buena comida y conexión con la esencia de México.