Pocas preparaciones son tan universales y a la vez tan particulares como el curry. Aunque la palabra es la misma, su significado cambia según el país. En la India, Tailandia y Japón, el curry representa tres mundos gastronómicos distintos, cada uno con sus propias técnicas, ingredientes y filosofía de cocina.
Curry de la India: el origen y la complejidad
En la India, el curry no es un solo platillo, sino una categoría entera que agrupa guisos especiados con base en cebolla, tomate, ajo y jengibre. Cada región tiene su mezcla característica, y lo que conocemos como “curry” en Occidente es solo una simplificación de masalas (mezclas de especias) como el garam masala, el madras o el vindaloo.
El curry indio se caracteriza por su complejidad: cúrcuma, comino, coriandro, fenogreco, cardamomo, canela, clavo y más, dependiendo del platillo. Puede ser vegetariano o incluir carne como cordero, pollo o pescado, y se acompaña comúnmente con arroz basmati o naan.
Curry tailandés: frescura, leche de coco y equilibrio
En Tailandia, el curry se presenta como una pasta mezclada con leche de coco. Las pastas de curry verde, rojo o amarillo se elaboran con chiles frescos, ajo, chalotas, galanga, lemongrass, pasta de camarón y especias.
Lo que diferencia al curry tailandés es su frescura: predominan las hierbas aromáticas y el uso de ingredientes como la albahaca tailandesa o la lima kaffir. El resultado es un platillo más líquido, con notas ácidas, dulces, picantes y saladas en perfecto equilibrio.
Curry japonés: dulzura y confort
El curry japonés (kare raisu) llegó desde Inglaterra a fines del siglo XIX y fue adaptado al gusto local. Es espeso, suave, ligeramente dulce y se sirve comúnmente sobre arroz blanco con trozos de carne, zanahoria y papa.
Se prepara con un roux (mezcla de harina, grasa y especias) que da cuerpo a la salsa. El resultado es reconfortante, menos picante y más accesible para todos los paladares. Es tan popular que hay versiones instantáneas y hasta restaurantes especializados.
Tres curries, tres maneras de ver el mundo
Aunque comparten el nombre, el curry en cada país refleja una visión distinta del sabor. La intensidad de la India, la frescura aromática de Tailandia y el confort del Japón nos hablan de culturas culinarias con valores, ritmos y preferencias únicas.
Cada curry es una puerta de entrada a una tradición, y probarlos es una forma deliciosa de viajar sin salir de casa.