En el mundo del marketing y las ventas, entender el valor real que cada cliente aporta a tu negocio es crucial. La regla del 80/20, también conocida como el Principio de Pareto, sugiere que el 80% de los ingresos provienen del 20% de los clientes. Aplicar este enfoque puede ayudarte a maximizar el Customer Lifetime Value (CLV) y enfocar tus recursos en las relaciones más rentables.
Identificar ese 20% de clientes clave permite personalizar estrategias, desde la segmentación de campañas hasta la inversión en experiencias postventa. Estos clientes no solo compran con más frecuencia, sino que suelen ser más leales y tienen mayor disposición a recomendar la marca.
Para lograrlo, es importante analizar los datos de comportamiento de compra: frecuencia, monto gastado, canal utilizado y nivel de interacción. Con esa información, puedes crear perfiles de alto valor y diseñar ofertas o contenidos exclusivos que fortalezcan su vínculo con la marca.
Optimizar el CLV también implica retener a esos clientes. Implementar programas de fidelización, ofrecer atención personalizada y mantener una comunicación relevante son claves para extender la relación en el tiempo y reducir los costos de adquisición.
La clave está en dejar de pensar en campañas genéricas para audiencias masivas y empezar a construir relaciones profundas con el grupo que realmente impulsa el crecimiento de tu negocio.